Las pruebas de carácter para cachorros comenzaron a implantarse en los años ’60 con la finalidad de seleccionar los ejemplares y determinar su potencial de trabajo.
Pruebas del test:
Presentación de cosas novedosas para el cachorro.- Como objetos luminosos, un espejo, algo al final de una cuerda, una hoja de papel delante de su cara para que la voltee y mire detrás, pues la curiosidad es un signo de inteligencia.
Exposición a ruidos.- Para determinar su sensibilidad auditiva haciéndolos fuera de su campo visual. Si el cachorro muestra que los ha percibido, la evaluación es satisfactoria; si busca la fuente, excelente y si muestra alarma se la considera demasiado alta.
Enseñar la pautas de higiene básica.- Debemos tener muy claro que, para que el cachorro comprenda lo que queremos de él, tenemos que aplicar un método de aprendizaje sin castigo. Les recomiendo el método que propone Ian Dunbar. Se trata de dar al cachorro numerosas oportunidades para que acierte y premiarlo efusivamente en cada una de ellas, así como evitar que tenga la oportunidad de cometer errores (el error no es una opción, y si sucede es siempre culpa del dueño, algo que nunca debemos olvidar).
Establecer el área y el procedimiento a seguir.- A los perros los estimulan la tierra y la hierba, Una vez seleccionada el área, debemos establecer unos límites en los que permitiremos al perro olisquear y nos esforzaremos en mantener la correa relajada (no permitiremos que nos arrastre de un lado a otro).
Hasta que no haga sus necesidades, no se iniciará el paseo.
